La calidad de tu vida está directamente relacionada a la riqueza de tus conceptos. Tu cerebro constantemente está prediciendo para hacerte sobrevivir y tu cerebro depende de las experiencias para crear las predicciones, es decir, tu plan de acción ante un contexto específico está basada, limitada y atada subjetivamente a tu pasado. Las experiencias pasadas son la base de tus experiencias presentes. Estamos en un ciclo constante de predicción prueba-error.
¿Qué se supone que debemos hacer ante cierto contexto? ¿Qué hacer ante el error? Sin plantearnos estas dudas, nos auto condenamos a repetir una predicción errónea. Creernos nuestras predicciones es renunciar al aprendizaje o eso se cree. A lo mejor no somos conscientes de ello y más bien nos atrevemos a pensar que no es nuestra intención, sino que no lo habíamos visto de esta forma.
¿Cuándo nos creemos nuestras predicciones? Cuando nos etiquetamos y asumimos una identidad, “YO SOY ASÍ”, “NO PUEDO CAMBIAR”, etc. Cada vez que nos cerramos a una posibilidad, a una perspectiva diferente, a probar algo que no hemos probado antes, a cuestionar nuestras más profundas ideas; estamos evitando un proceso de aprendizaje y con esto a mejorar nuestra calidad de vida, ¿por qué? porque cada nueva experiencia es una fuente de información, conceptos, ideas, entendimientos e historias que enriquecen la base con la que nuestro cerebro construye las predicciones.
Naturalmente tenemos una inclinación a preservar el “status quo”, a confirmar nuestras ideas, a conversar los temas con los que nos sentimos más cómodos, a no arriesgar, a evitar la incomodidad o a no cuestionar. El emperador Marco Aurelio decía: “Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Lo que vemos es una perspectiva y no la realidad”. Si nos creemos nuestras creencias habremos invertido tanta energía en una realidad limitada que las estaremos protegiendo como algo sagrado sin darnos cuenta de todo lo que nos estamos perdiendo. Que tu ciclo sea predicción prueba-error y, que el mundo sea tu campo de entrenamiento en dirección a tu mejor versión. Así es cómo podemos mejorar tu calidad de vida.
Texto adaptado de Jorge F. Chaverri M.