Harold es un entrenamiento de improvisación para actores/ actrices de teatro que se utiliza igualmente para entrenar otras habilidades como la comunicación, la oratoria, y la cohesión en el mundo de las organizaciones. Su creador fue Del Close, improvisador y escritor, considerado una de las grandes referencias del teatro de improvisación moderno.
Fue él quien creó la técnica Harold en los años 70 mientras formaba parte del grupo The Committee. Buscaban unir en un único formato todos los juegos, escenas y herramientas que utilizaban de manera aislada. Lograron crear este entrenamiento completo. Si se quiere saber más sobre la magnitud del Harold, en internet se muestra mucha de su extensa profundidad.
Algo muy interesante de Harold son las reglas que Del Close ideó para su correcto desarrollo, estas son algunas de las más importantes:
- Todos somos actores de reparto.
- Controla tus impulsos y el ansia de intervenir.
- Saca de apuros a los demás actores, no te preocupes tanto por la pieza.
- Una de tus mayores responsabilidades, por no decir la más importante, es apoyar a los demás.
- Nunca subestimes a la audiencia ni seas condescendiente con ella.
- Cuidado con los chistes, a veces no encajan tanto o desencajan bastante.
- Confía. Confía en que tus compañeros van a ayudarte; confía en que podrán con ello cuando les pases una carga pesada; confía en ti.
- Evita hacer juicios sobre lo que ocurre, más allá de si hace falta un empujón al equipo, cuál sería el mejor modo de seguir, o qué aporte imaginativo podrías hacer si se te requiriera.
- Y sobre todo, escucha.
Si te fijas bien, todas las reglas persiguen un objetivo claro: Fomentar la cooperación conteniendo el impulso egocentrista de ser el centro de atención.
Compañías de todo el mundo tienden a entender esta disciplina como un deporte donde existen entrenadores en lugar de directores y no se ensaya sino que se practica y se entrena. El Harold se convierte en una suerte de estimulación del cerebro grupal de un equipo donde la interconexión y la vulnerabilidad son los pilares sobre los que se construye la performance final.
Inspirándonos en el mundo de las artes escénicas podemos transferir con suma facilidad las pautas a cualquier otro sector, sea el que sea, donde estas reglas resuenan con la misma fuerza con la que fueron creadas por Del Close.