Una canción del inspirador, divertido y encantador cantautor ‘El Kanka’ afirma: “Sí que puedes; que nadie te diga que no”.
Y sí, sí que puedes. De verdad. Créeme. Si yo pude convertirme en improvisador y vivir de ello, tú puedes con tu emprendimiento, puedes abrir ese negocio, hacer ese viaje, estudiar esa maestría, aprender gimnasia o escribir poesía. Sí que puedes, que nadie te diga que no.
Puedes publicar tu libro, sacar un disco, bajar de peso, mudarte de país, dejar el cigarro y a esa pareja violenta. Sí que puedes, que nadie te diga que no.
Puedes adoptar ese perrito, convertirte en un gran tatuador, perdonar a tus padres, vencer al cáncer, salir del armario, tener amor. Sí que puedes, que nadie te diga que no.
Si yo, que no tuve a nadie que me dijera cómo o por dónde, nadie que me animara a intentarlo, o me diera una mano, pude dedicarme a ser improvisador, que es algo que no tiene senderos, ni mapas, ni instrucciones, que no parece una profesión real, que suena demasiado bueno/raro/intangible para ser verdad; si yo, que dudo más de mí que tú de mí, que a veces lloro por no reír, que me falta poco para ser feliz, pude, créeme, por favor, que nadie a mí me lo dijo pero que ahora te lo digo yo:
SÍ QUE PUEDES, QUE NADIE TE DIGA QUE NO.
Texto adaptado por La Sierra Educa del original extraído del libro
La vida es una improvisación de Piolo Juvera.